Dejaba caer sus pasos en la arena como quien deja desgranarse a un reloj. Como quien deja que el tiempo fluya, lento pero seguro, inexorable.
Paso a paso, revoloteaba entre sus pensamientos, entre todo y nada, dentro y fuera de sí misma. Pasando poco a poco, a fusionarse con la naturaleza que le hablaba con el vocabulario de lo eterno, a golpe de olas. A golpes de Mar. Ese agua ancestral que lo había originado todo y era madre de todas las cosas vivas.
Su cántico arrullador le ayudaba a sentirse en calma consigo misma.
Pero esa vez era diferente.
Su corazón y el mar cantaban al mismo ritmo.
La armonía y ella eran uno.
Concreto y universal.
Ella y la naturaleza.
Un todo.
Todos somos gotas del mismo mar. Y al mismo tiempo, somos eso, gotas. Únicos.
-- ¿y por qué la calma siempre aparece cuando menos te la esperas? --
Paso a paso, revoloteaba entre sus pensamientos, entre todo y nada, dentro y fuera de sí misma. Pasando poco a poco, a fusionarse con la naturaleza que le hablaba con el vocabulario de lo eterno, a golpe de olas. A golpes de Mar. Ese agua ancestral que lo había originado todo y era madre de todas las cosas vivas.
Su cántico arrullador le ayudaba a sentirse en calma consigo misma.
Pero esa vez era diferente.
Su corazón y el mar cantaban al mismo ritmo.
La armonía y ella eran uno.
Concreto y universal.
Ella y la naturaleza.
Un todo.
Todos somos gotas del mismo mar. Y al mismo tiempo, somos eso, gotas. Únicos.
-- ¿y por qué la calma siempre aparece cuando menos te la esperas? --
2 comentarios:
igual si la esperas ni siquiera la reconoces ;-)
muchas gracias por tu abrazo (para nada cutre), me lo guardo, ok?
muáaaaaaaaasss!
:)
¡Qué calma y tranquilidad cuando paseas en soledad por la playa, oyendo las olas del mar batir contra las rocas!
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