viernes, 19 de marzo de 2010

Érase una vez...

... sacaste la dulzura de mí, de detrás de mi coraza, forjada a base de lágrimas, de inocencia que se rompió. De aquella época en la que dejé de creer en los cuentos de hadas.

Y poquito a poco, con mucha paciencia, esperaste a mi lado, a que fuera saliendo de mi concha, cual cangrejo hermitaño, hasta que, un día, fuí toda tuya.

De tu mano aprendí muchísimas cosas, sobre la gente, sobre mí misma, sobre tu forma sencilla y bonita de ver la vida. Bonita y realista, eso sí, que siempre está bien.

Hemos andado un largo camino juntas, que parece que ahora se acaba.... y se me anudan la garganta y el corazón.

Hay veces que no me entiendo ni yo... y entonces, le pongo un par de tiritas a mi corazón y me echo a dormir, a ver si mañana con un poquito de tranquilidad, y otro poco menos de lágrimas, veo más claro.


.


.
Locuras - Silvio Rodríguez

5 comentarios:

Marcela dijo...

lo mejor es dormir y dejar pasar el tiempo, luego todo vuelve a colocarse donde debería.

Seishi dijo...

Jo :-( En fin, estas cosas pasan... Sólo unos pocos logran vivir sin toparse con situaciones así. Ánimo guapa!! muchos besos y mucha fuerza!!

Anónimo dijo...

Sea lo que sea...

Cierra los ojos, y q todo pase!
Abrazo va.

A.Blume dijo...

Creo que nunca nos llegaremos a entender del todo... somos una especie rara y complicada. Tenlo en cuenta, para no preocuparte demasiado ;)

b_Pop dijo...

Y porque no hacer que ese mañana sea hoy?
Sal a la calle y vete a un lugar que te guste, pasea sin mas, no tienes ni porque pensar en lo que te ocurra. Y entonces a lo mejora tu vuelta veras las cosas un poco mas claras...
Creo que te sentira mucho mejor que simplemente dejar que el tiempo pase...
saludos ;) y mucho animo