miércoles, 21 de julio de 2010

Como un río


Cada vez estoy más convencida de que la vida es puro flujo, puro movimiento. Arriba, abajo, a un lado y otro, en todas las direcciones.

Que día a día "por la boca muere el pez" pero es que todo tiene su momento y su lugar. Igual lo dicho y pensado tenía toda la razón de ser en su momento, pero las cosas no son blancas y negras, ni nosotros cuadrados o rectangulares, no paramos de rodar.

He pasado del estrés más absoluto, a los trabes mentales transitorios, a la paz y alegría completas por unos momentos, que es más o menos el puerto en el que recalo últimamente. Una alegría infantil y bonita, no una explosión como los fuegos artificiales del amor, pero no me quejo :)

Días de playa (estoy moreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeena! -para ser yo- ¡al fin!), de dejar a un lado muchas cosas y pensamientos que no hacen más que molestar, de redescubrirme en varios sentidos pero, sobre todo, días de sentirme muy "yo". Plena. Feliz.

Y hay algo muy curioso que me suele pasar cuando pego un cambio de este estilo, una nueva vuelta a la espiral que llamamos vida, y es que soy más "consciente" de lo que me rodea.

No te das cuenta cuando estás sumergida en tu vorágine cotidiana de "cosas que hacer" y preocupaciones varias, pero cuando sales de ahí, sí. De repente te fijas en lo bonito que está el cielo hoy. En cómo se recorta esa palmera en el horizonte. En el niño que se ríe y corre por el paseo. En cómo sopla hoy la brisa. Y de repente ese escenario se hace real, porque sí, finalmente, has conseguido salir de tu cabeza.

Días de verano. Sí que sí :)



Simply Red - So not over you

3 comentarios:

Tantaria dijo...

Es que hay muchas veces que no tenemos tiempo ni de mirar al cielo!

Unknown dijo...

Cuando damos distancia a las cosas,encontramos nuevas perspectivas.Me alegro de que te sientas bien.
Un abrazo

Pilistruski dijo...

Que razón... todo fluye, todo sube y baja, montaña rusa, acantilado escarpado, sinuosa carretera... Que la vida es el viaje!!
Metáforas aparte, alguna q otra vez en plan paranoide, me he parado en una plaza llena de gente y como en las pelis, anclada al suelo me he quedado viendo como se mueve el mundo a toda ostia ante mis ojos de cámara lenta, y resulta increible lo absorta q anda la peña en sus minimundos, como pasan corriendo y ni te ven. Observando se aprende mucho y la mayoría del tiempo estamos ciegos.
Deberíamos romper nuestra burbuja más a menudo!