miércoles, 23 de mayo de 2012

A 1000 metros sobre el suelo

Bueno, esto se acaba, se acumulan a mi espalda las horas de estudio y casi no me creo la existencia de ese recodo tras el cual, sí, acaba el curso. Acaban los malabarismos. Acaban las horas de cafetería... Pero sobre todo, empezar una nueva etapa.

Hoy, a modo de sensación fuerte, potente, punzante en el corazoncito, he sentido de nuevo ese impulso. Esas ganas locas. Esas ideas y bocetos sobre "cómo" hacerlo, qué escribir, de qué soñar... Me he dado cuenta de que tengo ganas, muchísimas ganas, de volver a cantar y componer.

La canción de autor es tan personal, que cada una de esas pequeñas obras de arte tiene vida propia, nace, crece, respira y camina, va moldeándose con el tiempo y, cada vez que cantas, suena un poco diferente. Porque no hay dos instantes iguales en la vida, no hay canción cantada dos veces exactamente igual.

Tengo ganas de seguir escribiendo y componiendo con mi guitarra. De grabarme y regrabarme. De introducir arreglos. De reencontrarme con tantos amigos cantautores. De soñar, también, con su música.

De cogerme un avión y tocar en ese par de locales míticos de los que tantas veces he oído hablar y vivir, aunque sea a pequeña escala, ese sueño, en el oasis entre el MIR y la residencia. Y alguna noche de sábado, mientras estudiamos, pegarme un salto por alguno de esos bares que conozco tan bien y volver a sentir el vértigo, la anticipación y la felicidad de compartir algo que te hace sentir plena, con gente que se suma al sentimiento que transmites.

Mientras tanto, araño todos los días unos minutos a la tarde para arrancar sonidos a la guitarra y sublimar el maremoto de emociones que siempre tengo dentro.

Porque la música también es mi vocación. Y porque nadie ha demostrado hasta ahora que sólo se pueda tener una o que una persona sólo pueda servir para una cosa :) Y eso, que volveré.




Luna nueva - Jesús Garriga


3 comentarios:

BlackZack dijo...

Tarde o temprano, gracias al trabajo y la paciencia, todos los sueños se cumplen. Hablar de "la vocación de tu vida" o "tu carrera" es sucumbir a inventos de nuestra sociedad que quiere tenerlo todo controlado; pero, ¿dónde están los impedimentos reales? ¿Las barreras?

¡Un besote!

Estela Rengel dijo...

Suscribo a BlackZack. Eso de la única vocación y demás son inventos para que la gente se "autocontente" (¿me lo acabo de inventar?) y se acomode en lo que va consiguiendo, dejando de luchar por otras cosas o de disfrutar. Me alegro de que sigas teniendo esa punzadita musical dentro, espero que nunca se acabe. Me ha gustado leerte así, transmites ilusión.

Un besito desde Huelva. :)

Marta dijo...

@BlackZack: en nuestras cabecitas... o las de quienes quieran lavarnos el cerebro :)

@Butterflied: Sin la ilusión, ¿qué queda? :) Un besito!!