martes, 16 de agosto de 2011

Del Papa, juventudes y otras cosas.


Con la llegada del Papa esta semana y la movilización de peregrinos de varias partes del país y del mundo, encadenada de una forma desagradable con lo que fue echar a los "indignados" (que aunque así los llamen, podemos ser todos los que tengamos problemas de dinero como mínimo), los ánimos están bastante caldeados.

En mi burbuja pre-septiembre, en las tranquilas tierras canarias y pensando sólo en lo que tengo que estudiar y en hablar con X profesor... la verdad es que no me había dado cuenta hasta hace poco de los tintes que está cobrando todo el asunto.

Por mi parte, no me va ni me viene, y no soy creyente. Hay mucha gente en España que es atea o agnóstica o, simplemente, pertenece a otra religión que nada tiene que ver con el Papa. Y, sin embargo, nos piden que nos esforcemos por ganarnos el dinero y nos apretemos el cinturón un pizco para salir de la crisis, que son sacrificios necesarios, mientras se invierten millones y millones para la visita de un líder religioso que no lo es para toda la población ni de lejos.

Vale, hasta aquí más o menos todos de acuerdo.

Lo que no entiendo es lo que le ha dado a mucha gente últimamente con "pagarla" con los peregrinos.

Ellos creen. Para ellos es una fiesta. Es algo importante en sus vidas y una manera de encuentro, de reafirmar sus creencias y de conocer gente. Y fuí educada como cristiana aunque esas no sean mis creencias ahora y puedo entenderlo. ¿Por qué los demás no?

Porque es que yo no veo relación entre ellos, que aprovechan lo que se les ofrece en su fiesta, lo que otros han invertido y organizado, y los desalojos y el gasto excesivo. Ellos tampoco echaron realmente a los indignados de las plazas, fue el gobierno. Y etc, etc...

No me gustan los mensajes de odio. Y si quieres respeto para tí también tienes que darlo. Dar a entender que ellos son menos personas o se merecen algún tipo de agresión, aunque sea en forma de ironía supestamente "inocente" a mí me hace daño en los ojos cuando lo leo, y no lo puedo compartir ni comprender.

El dinero, mejor para las familias que no pueden recibir la ayuda de la dependencia porque "no hay dinero". O para Somalia. O para que menos gente viva en la calle. Eso sí.

Pero el odio, las "hostias" para las juventudes y el "sisi, porque a ellos no les van a hacer eso", el "no cruzan bien y tampoco voy a aminorar velocidad" y todo tipo de cosas similares o peores, no llevan a nada mejor.

Y creo que hay una diferencia clara entre los dos conceptos.

[Respeto, crítica constructiva, cambios necesarios ... y ser felices.]

4 comentarios:

Seishi dijo...

Coincido contigo. El dinero estaría mejor invertido en otras cosas, pero el hecho de que se gaste dinero en la visita del papa es igual que si se gastase dinero en la visita de X cantante que no todo el mundo escucha.

Son malgastos, sí, pero a los primeros se les mira peor simplemente por ser cristianos. Este país es extremista. Hace un par de décadas te miraban mal si no ibas a misa, ahora te miran mal por creer en Dios.

Zaida dijo...

como aquella pancarta que dice: "¡Cristianos SÍ, Vaticano NO!"

Pegasus dijo...

Estoy de acuerdo contigo.. La gente que va a Madrid a disfrutar de un encuentro que para ellos es algo especial y que seguro llevan mucho tiempo esperando ilusionados, no tiene la culpa de los desalojos de Sol, de la crisis ni de que haga calor en verano.

Nos vemos!

Marta dijo...

@todos: Exacto :) ese es el sentido del mensaje, que empezar una especie de "guerra de insultos" de creyentes vs no creyentes no tiene demasiado sentido. Y que se mezcla mucho y eso solo sirve para confundir más la situación y que la convivencia de creencias y personas en este país se haga más difícil. Y eso no es lo que queremos, ¿no?