miércoles, 17 de octubre de 2012

Mi novi@ me controla... lo normal

Esta vez lo voy a mantener sencillo. Les paso un pequeño-gran descubrimiento que he hecho en la blogosfera un poco por casualidad. Esta es una cita:


Yo personalmente creo 
que querer a alguien no tiene por qué implicar renunciar a todo
olvidarme de mí misma, 
no valorarme si no estoy con alguien, 
pensar que mi pareja es lo primero… y yo lo último.

Que no es imposible querer a alguien y quererme a la vez

Y que lo peor que puedo hacer en mi historia es olvidarme de mí, 
la persona con la que pasaré toda la película del principio al fin, 
porque, incluso aunque tenga acompañante, 
la "prota" de mi vida, soy yo. 


La autora de este blog pone de relieve todos esos mensajes subliminales que se filtran en el cine, la música (¡uf la música!), la literatura... de que sin pareja no somos nada. De que controlar es amar. El amor sin dolor no existe. El sacrificio es una prueba de amor. "Te necesito" (y eso es bueno). "Sin tí no soy nada". "Desde que te conozco mi vida está completa". "Si me quiere, cambiará". "Él (o ella) es maravilloso, qué afortunada soy de que se haya fijado en alguien como yo".

Creo que se merece, como mínimo, un intento. Lean y juzguen ustedes mismos. Y de repente descubren algunas cosas en nuestra cultura actual que no se habían planteado y que, por su fama, pasan desapercibidos.

Aquí está, "Mi novio me controla, lo normal" (picar).

¡Besos!


.

PD: su autora es psicóloga y trata estos temas desde varios puntos de vista (no solo el cultural). No se trata de imponer sino de mostrar ideas que pueden ayudar a entender por qué a veces el amor duele tanto y, sobre todo, que es posible que no sea así. Y no es la única manera.

[Editado]  En el post hago referencia a esta entrada.

6 comentarios:

Nosu dijo...

Cierto es que nos educan desde siempre a depender de otras personas, incluso en la edad adulta. Si nos enseñaran a valernos por nosotras mismas en lugar de anteponer el amor de pareja a todo lo demás no sufriríamos ni la mitad de lo que sufrimos por amor.

Estela Rengel dijo...

El día que se erradique el hecho de que a los niños se les diga que tienen que ser fuertes e independientes (un niño se cae y se le dice "levanta, campeón, no ha sido nada, venga machote) y a las niñas se las enseñe desde pequeñas a ser las débiles, las mantenidas, las amas de casa y cuidadoras (sobreprotegerlas en todo, regalarles juguetes sexistas de cocinitas, cuidar bebés y demás), daremos un paso al frente en estos temas.

Yo siempre lo he visto así, el futuro está en los niños y niñas. Los "mayores" tenemos más dificultad para cambiar nuestros hábitos (aunque también se consigue), pero es educando a las nuevas generaciones en otros valores como se logra que éstas adquieran una nueva forma de ver la sexualidad, el género, las relaciones interpersonales... Incluso las razas, la tolerancia, el civismo...

Marta dijo...

@Nosu: eso es, deberían educarnos más en el amor hacia uno mismo y la vocación por nuestros proyectos. El amor llegará igualmente, pero no va a arreglar nada "dentro" de uno mismo, ese es el trabajo personal de cada uno.

@Butterflied: lo que falla es lo que vaya al extremo. Que a un niño (o niña!) no se le permita llorar y expresar sus emociones. Padres demasiado autoritarios. Padres que se dejan manipular y nunca ponen límites. O la negligencia (no cuidar de los niños). Son cosas que sientan las bases para una baja autoestima. Una familia que funciona bien (nos escuchamos, nos ayudamos, pedimos perdón, hacemos "equipo") es menos probable que perpetúe el círculo vicioso. La cultura creo que lo que hace es echar más "leña al fuego" y dar a entender que eso es amor y "está bien" (aunque sufras tanto). ¡Besos!
PD. creo que hay tanto hombres como mujeres maltratadores. Y hombres y mujeres víctimas.

Marta dijo...

Pero aparte de prevenir echar un cabo a quien pase por algo similar ahora nunca está de más :) Que se sufre, mucho mucho y es fácil no ver una salida.

R-menor dijo...

Me encanta esta entrada. Muy pocas personas se sientan a discriminar la información que reciben... y tragamos, tragamos, tragamos... Una fábrica de princesas baribie delgadas que esperan a su príncipe azul...el que sea. Gracias!

Marta dijo...

Autoexigencia, autoexigencia... para acabar por querer dar mucho y quererte poco. ¡De nada! :)